En los años 60 y 70 se consolida el pasaje a la tercera generación de la familia Fabbri. Entusiasmo, pasión y ganas de anticiparse a los tiempos siguen definiendo al management. La producción se traslada a Anzola Emilia, en un nuevo establecimiento que aún sigue activo con sus 180.000 metros cuadrados de planta de producción. La marca Fabbri entra en las casas de millones de italianos con la llegada de la publicidad y el nuevo desafío productivo se demuestra nuevamente vencedor.