En los años 20, Gennaro Fabbri abre el primer establecimiento en Boloña y la producción se amplía para crear excelentes jarabes, con o sin alcohol. Nace así el producto más famoso: la «Marena con fruta», inspirado en la receta de la esposa Rachele Buriani, seguido por los Jarabes de Menta, la Granadina y la célebre Amarena.